domingo, 8 de agosto de 2010

Acabada transgresión

Ve a la iglesia y reza,

Reza a tu dios pornográfico,

Invita a María a la orgía,

Seguro llevara a su hijo.

Pensé que todo era prohibido

Pero allí encontré el encanto

Fuerzas encontradas que me animan.

Volver al ser, o hincarme de rodillas.

Y allí estaban…

Célibes transgresores

Con aureolas de pornostar;

Reverendas vírgenes de sexo chorreado

Por el pulcro vino que guarda el sagrario.

La prohibición ya no impide jadeos

Y la angustia del pecado

Es convertida en placer sacro.




Machengo

2 comentarios:

mariela dijo...

cuando te vayas a confesar, recitale al cura este poema, aver si le gusta...

;)

Anónimo dijo...

No creo mariela, ese Dios no conoce de placeres, sino de castigos y pecados...

Preta