domingo, 27 de diciembre de 2009

Submarino


En un Fiat 600
queman lo último que queda,
aguantando el humo
sin respirar
por diez cuadras.
La felicidad no se administra,
dice uno
y cierra las ventanillas
en el fin del verano.

2 comentarios:

fauno dijo...

Yo amo todo, todo me ama.


y no olvidemos que


No basta ser socio activo de la hierba
y aspirante a la santificación, con sólo echar humo
por la boca...

(de Gonzalo Arango)

Laura dijo...

genial!