Espero te des cuenta
que esa crisálida que dejaste atrás
era totalmente
descartable
y no quería más
que proteger cada una
de tus obsesiones.
Y a pesar de que me moría
por ser ese escudo tuyo,
te alejaste volando
tan alto
y olvidaste, en ese único día
que jamás te elevás tanto
como cuando te enterrás conmigo.
2 comentarios:
Mi primo, el poeta...
OBSESIONES
ob sesiones
sesiones OB
OB OB OB!
Publicar un comentario